Coco en una de sus tantas travesias por las rutas argentinas. |
Nos abre las puertas de su casa en el medio de su zapatería. Una cortina divide el
negocio de su hogar y unos mates nos dan la bienvenida.
En una linda charla coco nos cuenta sobre su vida, sobre el rol que del deporte
, sobre la discapacidad, sus viajes y su principal motor de que lo impulsa a seguir, el
cual es concientizar sobre la importancia de integrar a las personas con
discapacidad.
Conozcamos un poco de cerca de Aníbal Coco Urbano, una historia de superación
constante, de aventuras y por sobre todo de consciencia, adentrémonos en esta
travesía.
- ¿Dónde naciste?
- Nací en Juan N. Fernández, pero me considero un marplatense ya que vivo aquí
desde los 9 meses.
- ¿Viniste con tu familia?
- No, estaba con voluntarios que ayudaban a familias carenciadas y muy pobres
como la mía.
Estaba en un centro de rehabilitación para niños. Este grupo de voluntarios
suplían la escasez de hermanos y de padres.
- ¿Has conocido el mundo, te gusta nuestro país?
- Es el lugar más hermoso del planeta, no te lo digo porque no conozca.
He podido viajar a muchos países del mundo. Estuve viviendo en Japón seis
meses y en Inglaterra siete.
Tenemos el pueblo más amoroso y solidario del mundo. Por mi experiencia te
puedo decir que la gente más buena está en Argentina. Contrariamente a lo que
se piensa de que somos soberbios, sí que los hay, pero es un grupo minoritario y
se les da mucha prensa.
Acá funciona gracias a Dios cualquier campaña solidaria a pesar de las crisis
económicas que hemos sobrevivido.
- Hablanos de tu última travesía
- Estuve a punto de no hacerla, ya que estuve planificado hace dos años un viaje y
tuve un accidente muy grave que me hizo dudar.
Me chocó un auto, tuve heridas múltiples y tendones cortados. Dudé en dejar. De
hecho el panorama no era para nada alentador.
Empecé con un kinesiólogo a trabajar y fue muy doloroso. Al principio me dolían
los hombros y los tendones. Además yo no me operé nunca. Hasta que un día dije
ya está, se terminó la terapia y le comuniqué a mi kinesiólogo que volvía a rodar.
Me dije a mí mismo que algún día dejará de doler. Después volví a hacer deporte.
Entrené tanto mis músculos que suplí el tema de una operación con masa
muscular.
El desafío y la aventura siempre pudieron más que cualquier dificultad, no?
Siempre. Es una manera de ser, creo mucho en la fortaleza mental porque,
además, lo he visto en otras personas, no solo en mí. Hay dos tipos de personas.
Hay personas que se entregan y se condenan a la tristeza y mueren, y hay otras
que son sumamente optimistas. Un ejemplo de ello es la persona que me enseñó
zapatería. Estaba postrado en una camilla enfermo y me enseñaba la profesión.
Además me decía que dentro de 10 años caminaría al lado mío, y eso sucedió.
- Siempre uno tiende a modelarse. En el caso de un discapacitado ¿cuál es el referente? ¿Lo has tenido?
- En mi caso fui yo mismo, ya que buscaba como supervivencia mejorar, pero no es
mi misión ser referente de otras personas, mi vida es totalmente natural. Me
dedico al deporte y también tengo lo bueno y lo malo que tiene cualquier persona.
Todo se reúne en una sola persona que soy yo. Soy un laburador, un deportista,
que también tengo mis vicios, soy un poco vago, y los peleo constantemente, pero
lo que se es que me siento agradecido a Dios y a la vida ya que soy dueño de una
fuerza de voluntad que no muchas de las personas poseen, y que no hace otra
cosa esa fuerza que ponerme a prueba todo el tiempo y comprometerme todo el
tiempo ante la vida, que genera, también, grandes felicidades y también
decepciones.
- ¿Como fueron tus comienzos con el deporte?
- Viendo televisión, me paso de ver una persona que juntaba fondos para enfermos
que padecían cáncer y le faltaba una pierna y corría de ciudad en ciudad con una
pierna ortopédica, recaudando fondos y lo acompañaba una persona que lo que
estaba en silla de rueda al lado. A partir de ahí pensé en que se podía, y mediante
un chapista, me diseñé una silla y ahí comencé con esta travesía. Esto fue a los
28 años y a partir de ahí no pare más.
- ¿Fuiste atleta paraolímpico? ¿Como fue la experiencia?
- Es enriquecedora desde el punto de vista cultural y es desmotivadora desde el
punto de vista del contraste en el tema político en relación al apoyo que recibimos
los atletas paraolímpicos, que no existe, y se pueden ver en todos los aspectos.
Desde el respaldo económico con los materiales, como por ejemplo las sillas de
rueda de países de primer el mundo son de fibra de carbono o titanio, que las que
utilizo yo es de caño de luz.
Esto fue así desde hace muchísimo tiempo, aproximadamente 40 años y sigue
igual. El estado no nos ayuda, todo es esfuerzo para lograr que te escuchen.
- ¿Como es un día de Coco hoy?
- Bueno, hoy en día tengo otra responsabilidad que cuando era profesional. Soy
padre soltero, tengo dos hijas, trabajo en la zapatería y entreno de 13 a 15.
En este momento estoy preparando otra nueva travesía. Doy la primicia. Estoy
planeando el tramo Calafate-Mar del Plata. La idea es hacer trayecto ruta y vuelo
en parapente.
- Has estado en la Antartida, ¿como fue esa experiencia?
- Si así es, estuve en la Antártida, con el respaldo de las Fuerzas Armadas que me
dieron una gran ayuda desde la Base Marambio.
Ese respaldo lo conseguimos por méritos propios, sin ninguna ayuda o acomodo,
ya que puse un curriculum en internet aludiendo que quería conocer la Antártida y
que no tenía dinero, hasta que un ex militar nos contactó y ahí se dio todo con las
Fuerzas Armadas.
- En cuanto al tema de accesibilidad ¿que nos podes decir?
- El estado no le interesa lamentablemente, en los últimos gobiernos se ha hablado
poco del tema de la accesibilidad.
El año pasado trabajamos sobre una travesía que se trataba sobre la temática
construir veredas al mar. El intendente se comunicó conmigo y me felicitó y
además me prometió que para el 2018 ya estarían hechas todas las veredas al
mar y hasta ahora no han cumplido nada. Hoy en día estamos como al principio
lamentablemente.
En síntesis es un reflejo de argentina, esto que sucede en Mar del Plata pasa en
todas las ciudades de nuestro país, cuanto más grande la ciudad peor es, cuando
la comunidad es más chica , mas consciencia se genera, ya que se le exige al
Intendente de forma más directa.
Para citar un ejemplo en donde se han fomentado cambios, en Necochea que es
una ciudad que escucha mucho. También en ciudades pequeñas, luego de haber
hecho distintas travesías como la última Iguazú-Mar del plata, me han llamado
para inaugurar rampas, accesos diversos, y hubo un cambio de consciencia.
- Si tuvieras que hablarnos de un sueño ¿cual sería?
- Mi sueño es lograr consolidar el proyecto por “una vereda al mar”, ese es mi
objetivo y por eso lucho. No puede ser que no pueda llegar al agua, que no haya
niveles de accesibilidad en esta ciudad.
Quiero ir al agua por mis propios medios sin que nadie me tenga que llevarme, yo
se que no tengo limites, pero lamentablemente me los ponen.
- ¿Que mensaje podes dejarnos?
- Mensaje es mucho, mucha gente me ve como ejemplo, y yo no me considero con
ese privilegio, es más es como una carga pesada que llevo, porque yo
simplemente lo que hago es hacer lo que me gusta.
Lo que si diría es que todos en algún momento deberíamos tener un momento
para reflexionar sobre lo que tenemos, sobre lo que somos, ya venimos equipados
y tenemos la suerte de cargar un cuerpo con infinitas posibilidades. Somos una
invención alucinante y creo que tenemos que agradecer más y quejarnos menos.
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