El universo de Star Wars no para de crecer a medida que sus productos van saliendo, y ahora llego la oportunidad de ver un momento en la vida y la historia de uno de los personajes mas importantes e icónicos de la saga como es Obi-Wan Kenobi con una mini serie donde seguimos los pasos de este maestro Jedi exiliado luego de la Orden 66, la caída de la Republica y el surgimiento del Imperio, que contando con Ewan McGregor como protagonista y el regreso de Hayden Christensen como Darth Vader/Anakin Skywalker, tenemos un producto sumamente nostálgico para los fanáticos de la franquicia que siempre deseo volver a ver a estos dos juntos después de 17 años.
Casi una década ha transcurrido desde que la Orden 66 se ejecuto aniquilando la vida de los Jedis y posteriormente el surgimiento del Imperio en toda la galaxia. En este contexto, Obi-Wan Kenobi quien supo ser uno de los Jedi mas poderosos, ahora se encuentra en el exilio y escondido de Los Inquisidores, una fuerza de elite para acabar y purgar a los Jedis sobrevivientes que se hayan mantenido ocultos. Pero un llamado del pasado hará que Obi-Wan deba salir de su exilio para rescatar a una de las esperanzas del futuro de la galaxia mientras es acechado por su antiguo discípulo Anakin Skywalker, ahora conocido como el temible Darth Vader, quien busca acabar de una vez por todas cobrar su venganza.
Cuando se anuncio una serie sobre el personaje de Obi-Wan Kenobi fue inevitable que los fanáticos se emocionaran y ansiaran ver a uno de los personajes favoritos de toda la franquicia de regreso, y mas teniendo en cuenta si Ewan McGregor personificaba a este maestro Jedi. Lamentablemente no podemos decir que salió todo color de rosas y que fue la mejor serie de Star Wars jamás antes hecha, sino al contrario hay que hablar de una muy pobre escritura de guion y situaciones que fueron estiradas de los pelos para rellenar una historia carente de trama y de conflicto. Todo comienza cuando Leia es secuestrada y el senador Organa se comunica con Obi-Wan para que vaya a rescatarla, hasta ahí es un buen comienzo pero luego las situaciones que atraviesan Kenobi y Leia son totalmente absurdas y con muy poca coherencia de guion. Sin embargo hay que destacar la química entre McGregor y Vivien Blair, la pequeña actriz que hace de Leia, cuyas escenas donde interactúan son espectaculares y Blair se gana nuestros corazones al captar y emanar la misma energía y esencia de Carrie Fischer, casi hasta convirtiéndose en una Carrie Fischer niña. Un detalle simplemente bello para los fanáticos que mantienen viva todavía de algún modo a la Princesa Leia original.
Después tenemos que hablar de Los Inquisidores, nuestros aparentes antagonistas de la serie pero que solamente hay que centrarnos en una de ellas: Reeva, la Tercera Hermana interpretada por Moses Ingram, quien esta obsesionada en cazar a Obi-Wan y es ella quien utilizada de carnada a Leia para que salga de su escondite y así poder capturarlo. Su arco argumental es verdaderamente muy pobre y sobre todo muy mal ejecutado, ya que siendo una de las jóvenes padawans que sobrevivieron a la Orden 66 y ahora ejerce como Inquisidora de Vader, podrían haber explorado mucho ese conflicto o plantearlo desde un comienzo de la serie pero en su lugar tenemos que esperar hasta el anteúltimo capitulo para conocer sus verdaderas motivaciones y cuales son sus planes. Desafortunadamente es una instancia de la serie donde ya no te importa el personaje de Reeva y que termina teniendo una redención al final al no querer convertirse en lo mismo que Vader se convirtió. Un desarrollo de personaje casi inexistente y que se nota a leguas que fue introducido con calzador.
Y finalmente hay que hablar del personaje que todos querían ver y que este si fue el verdadero villano de la serie como debía de ser, hablamos del mítico Darth Vader. Interpretado por Hayden Christensen y con la icónica voz de James Earl Jones para darle el toque característico al personaje de Vader que es todo lo que queríamos ver en la serie, salvo por dos momentos muy poco propios del mismo Darth Vader pero que no terminan de causar el encanto que este maravilloso personaje nos tiene acostumbrados a sentir y ver en su presencia en cada producto Star Wars. Me parece super interesante como todavía vemos un Vader muy impulsivo y agresivo, donde queda en evidencia que todavía la esencia de Anakin dentro de el y no ha hecho su transformación por completo. De alguna manera todavía sigue siendo el aprendiz y esto lo vemos en el anteúltimo capitulo donde recibí una ultima lección por parte de Obi-Wan y que es muy intercalada con un flashback de cuando era todavía un padawan. Una escena donde vemos a McGregor y Christensen de vuelta con los mismos aspectos de Obi-Wan y Anakin que tenían durante "Star Wars - El Ataque de los Clones", siendo este uno de los mejores momentos de la serie y donde la nostalgia pega de lleno en la memoria del fanático.
Si bien, algunas de las fallas de la serie están a la vista, también hay que sumarle la prácticamente ausencia de soundtrack que es un error fatal si tenemos en cuenta que el mítico compositor John Williams compuso la banda sonora para serie, no hubo una sola composición para rescatar y todo se sintió muy genérico y desganado. De hecho, no es hasta el capitulo final donde tenemos el regreso de las composiciones clásicas que le dan ese toque Star Wars que la serie necesitaba y que tanta personalidad le da a los personajes, por ejemplo es un crimen que no suene la marcha imperial cuando Darth Vader aparece y esto no ocurre hasta la ultima escena. Un diseño de producción bastante pobre y muy poco cuidado a diferencia de otros productos como "The Mandalorian" o "El Libro de Boba Fett" y se siente esa falta de cuidado con la ausencia de Dave Filoni, Robert Rodriguez y Jon Favreau.
Pero lo que termina siendo perfecto y que la da la satisfacción al fanático es el capitulo final donde se convierte tranquilamente en uno de los mejores momentos en la historia de Star Wars, donde volvemos a tener una épica y emotivo batalla entre Obi-Wan y Darth Vader, sumado a unas interpretaciones mas que magnificas de McGregor y Christensen donde las lagrimas se convierten en protagonistas de una escena tan desgarradora en la trágica historia de este maestro y aprendiz; de hermanos que se ha convertido en rivalidad. Un detalle muy hermoso es lo dañado que esta Vader y las voces distorsionadas se van mezclando como una alegoría de Anakin y Vader hablando al mismo tiempo, pero que finalmente Vader es el que prevalece. Luego tenemos la conversación final entre Leia y Obi-Wan, y es verdaderamente hermoso las palabras finales que tiene Obi-Wan en referencia a Padme y Anakin, y la manera de como los recuerda y le transmite lo mismo a Leia, a pesar que la niña no haya conocido a sus verdaderos padres. Pero el detalle final que es la frutilla del postre, es el regreso de Liam Neeson como Qui-Gon Jin siendo un fantasma en la fuerza que se comunica con Obi-Wan y así maestro y aprendiz tienen una breve e impresionante conversación después de tantos años.
"Obi-Wan Kenobi" como resultado final tiene una dicotomía de que todo lo que hizo mal es extremadamente mal y horripilante, sin sentido alguno y esta hecho sin cariño alguno, pero todo lo que se hizo bien fue hecho extremadamente bien y con mucho cariño a los personajes. Es como un balance en la fuerza muy llevado al extremo pero que su fracaso es inevitable de igual manera por que se siente como la oportunidad desaprovechada de no solo de poder haber hecho el mejor producto de Star Wars posible sino que también los regresos de McGregor y Christensen es lo que todo fanático que creció con la trilogía de precuelas esperaba ver. Esta serie queda en la categoría de lo que pudo haber sido y no fue, el potencial desperdiciado y una nueva enseñanza para Disney que tanto le esta costando hacer algo bueno y digno con los personajes clásicos y los pesos pesados de Star Wars. La próxima serie de esta franquicia es "Andor" que esta a la vuelta de la esquina y que en principio parece ser algo totalmente distinto a lo que estamos acostumbrados y que promete un futuro brillante para el universo de Star Wars.
Escrito por Julian Servin
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