Lionel Messi recibiendo una orden tactica del por entonces dt del Barca, Pep Guardiola. |
Se trata de un concepto que surgió mucho antes (ejemplo de ello en los 2000 en Roma
con Totti o en Arsenal 2009 con Robbin Van Persie) pero en la era moderna del futbol se
vio su máxima expresión con Lionel Messi y la era Guardiola y que muchos equipos
(como el xeneize) intentaron emular, pero que a su vez requieren de una gran
complejidad.
Los viejos estructuralistas y fundamentalistas del futbol dirán que el falso 9 no existe, que
el 9 debe cumplir el rol de pivot y a su vez su tarea es la de pelear con los centrales
rivales estacionándose dentro del área.
Es natural y parecería casi utópico pensar en un 9 que no mida 1,80 y que no convierta el
gol cabeceando en el área jugando como referencia, lo cierto es que en la era de
Guardiola durante una etapa eso se salteo, a tal punto que jugadores de características
de centrodelantero como Samuel Eto'o fueron corridos a un costado, para darle lugar a un
jugador como Messi de 1.69.
Punto clave en la era moderna del falso 9 ,se dio en una decisión táctica de Guardiola en
el partido del 2 de mayo del año 2009 cuando el Barcelona se floreo en el Santiago
Bernabeu contra su clásico rival por 6 a 2, y el técnico español formo con una alineación
4-3-3 y coloco a Messi como centrodelantero.
Ahora bien, no cabe duda que el falso 9 fue revolucionario para esta época pero
podríamos traspolarlo con el futbol Argentino y plantearnos si se puede jugar con falso 9.
El pasado domingo el técnico de Boca, Guillermo Barros Schelotto probó con una
alineación 4-3-3 jugando con Mauro Zarate de 9 y dejando en el banco a Ramon Abila
jugador que ha rendido con creces desde su arribo al conjunto de la Ribera con un
promedio de gol muy alto, que compiten de manera loable con los números de otro centro
delantero como Dario Benedetto.
Mauro Zárate en una disputa por la pelota con los defensores Araújo y Mancinelli. |
La decisión no sorprende viniendo de Guillermo un técnico de una excesiva rigidez y un
patrón de juego que se sustenta por el juego con dos extremos y un punta, tampoco nos
sorprende por que en el pasado también había situado a Carlos Tevez como 9 fijo, siendo
el jugador mismo el que confesara a la prensa de que no le gusta jugar allí.
El partido con huracán pone en duda dicha intención, ya que boca solo pateo una vez al
arco y se lo noto impreciso y falto de juego por momentos.
Trazando un paralelismo con el multicampeon europeo , podemos destacar que durante el
tiempo que Pep lo uso en el Barcelona funciono en la medida de que un equipo vivía su
momento de explendor, solventado con una filosofía de juego de estilo corto y de
posesión y con mediocampistas como Xavi e Iniesta que cumplían un rol de armadores de
juego , con laterales que pasaban constantemente al ataque como Alves y Alba, y con
delanteros como Villa y Pedro que se sacrificaban muchas veces por el equipo.
Esa máquina lisa y llanamente era el Barcelona tan sencillo como complejo, pero con un
Messi que era el eslabón de esta cadena perfecta.
Es difícil dilucidar si el falso 9 funcionara en nuestro futbol, parecería algo más ilusorio
que real, en un futbol de mucha fricción, de poco juego y de mucha marca.
El tiempo nos dirá si Zarate seguirá siendo un falso 9 o si boca volverá a mutar a un
4-2-3-1 con un 9 de referencia y Mauro situándose detrás, solo queda esperar.
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